✅ Ingredientes:
1 kilo de papas
Leche caliente 500ml
Manteca
ajo
1. Selecciona las mejores papas.
La gran variedad de papas que existen en el mundo pueden dividirse en dos categorías de acuerdo a su contenido de almidón: papas harinosas y “cerosas”. Las papas con consistencia harinosa contienen más almidón el cual al calentarse se hincha y separa, lo que le da una textura agradable y esponjosa. En el caso de las papas con consistencia cerosa sus células tienden a juntarse con el calor lo que da al puré de papa una textura más densa y cremosa.
Para identificar cada tipo de papá basta con ver su piel.
Las papas harinosas tienden a ser más grandes y su piel se ve un poco seca. Por su parte, la piel de las papas cerosas es brillante y su tamaño es más pequeño. Al seleccionar tus papas diez presentes que entre mayor sea su contenido de almidón más grasa absorberá, así que te tocará decidir entre un puré de papa con más mantequilla vs uno con menos calorías.
Existe otra forma de comprobar el nivel de almidón de una papa que es un poco más complicada.
Consiste en colocar la papa en una solución de un litro de agua con 110 g de sal. Si la papa flota, significa que su contenido de almidón es bajo, en cambio, si se hunde su contenido de almidón será alto.
Selecciona el producto lácteo
Los productos lácteos que añadas a tu puré de papa como mantequilla, crema o queso; así como el orden el que los incorpores también darán otro sabor y textura a tu puré. Una vez aplastadas las papas, inicia siempre añadiendo la grasa para evitar que el almidón se una y el puré termine con una consistencia chiclosa. Sobre los ingredientes, considera lo siguiente.
Mantequilla con sal o sin sal.
Utilizar mantequilla sin sal te permitirá calcular con precisión el nivel de sal que desees en tu puré por lo que se recomienda su uso cuando tienes algún invitado con problemas del corazón. Fuera de eso, no existe ninguna otra diferencia entre ambas.
Mantequilla vs. margarina y aceite de oliva. Si eres intolerante a la lactosa o vegano, puedes optar por utilizar margarina o aceite de oliva en tu puré. Eso sí, la grasa es un ingrediente obligado en la receta, pues evita que el puré se convierta en una pasta chiclosa.
Crema ácida, crema para batir o media crema. Los tres ingredientes son opcionales y se recomienda utilizarlos cuando las papas son demasiado espesas o cuando deseas obtener un puré de consistencia ligera. La crema ácida dará un nivel de acidez al puré y es recomendable añadirla una vez que lo hayas retirado del fuego y cuando la mezcla esté un poco tibia para que no se corte.
La crema para batir y la media crema son más neutras y tienen un mayor contenido de grasa, 30% la primera y 20% la segunda. Esta diferencia de grasa también produce una diferencia en la textura, el puré elaborado con crema para batir será más cremoso y también más calórico.
Queso. Tampoco es obligatorio y no existe alguno que sea más adecuado para elaborar el puré, ahora sí que depende del gusto. Si lo usas, lo único que debes decidir es si lo mezclas con el puré o lo colocas encima para gratinarlo. 5. Selecciona tus complementos Esta parte depende por completo del gusto personal y existen muchas combinaciones. Puedes decorar el puré con trocitos crocantes de tocino, cebollín picado o champiñones y sazonar con salsa gravy o especias como pimienta, nuez moscada y hojuelas de chile. La imaginación es el límite.
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